El colegio contaba a Diciembre de 2011 con 255 alumnos matriculados, los cuales se dividían en los 10 niveles como a continuación se detalla

CONTEXTO SOCIO CULTURAL DEL COLEGIO

El Colegio Jaime Larraín Bunster, se encuentra ubicado en el sector sur de la ciudad  en uno de los sectores socialmente mas complejos   de Melipilla, en una realidad donde se observa la presencia de violencia directamente relacionadas a  armas blancas y de fuego, prostíbulos, alcoholismo y drogadicción por doquier; aunque en la mayoría de los casos, los pobladores se manifiestan con tendencias fuertementemente ligadas al catolicismo. Sin embargo, muchos de los alumnos, muestran una escala valórica trastocada en forma negativa, ya que al ser partícipes de la "cultura" donde predomina el mas fuerte, adquieren malos hábitos de conducta que cuesta erradicar o revertir durante el proceso escolar.

En general se observa que la situación familiar  consta de una familia monoparental, relacionada a historias de madres solteras, vicios, violencia o problemas con la justicia; sin embargo, muchos de éstos alumnos cuentan con un adulto que los apoya en el proceso escolar, muchas veces un hermano, mayor, una tío(a), o un abuelo presente que cubre necesidades afectivas y escolares. Se observan algunos casos de familias bien constituidas pero en la menor cantidad de casos. El nivel de estudio de los padres generalmente alcanza  la educación básica completa, y en algunos casos, la enseñanza media terminada, cabe mencionar que el colegio está inserto en un área de carencias económicas fuertes y un sector de alto riesgo social, donde muchas veces los apoderados tienen trabajos esporádicos y se ausentan por períodos prolongados del día del hogar, en épocas específicas. Los alumnos viven por lo general con uno de los dos padres biológicos, o la pareja del otro, o un abuelo. tienen por lo usual  3 hermanos en promedio, y los ingresos económicos rondan en el sueldo mínimo, complementado con beneficios provenientes de la municipalidad, y/o trabajos esporádicos como temporeros u obreros.

Se observa que los alumnos con mayores carencias afectivas son aquellos que constantemente están con una actitud de rebeldía o enojo y descontento alterando la situación de sala, y se oponen a la mayoría de las actividades propuestas por el docente, lo cual altera al resto de los compañeros, muchas veces interfiriendo en la entrega de contenidos del profesor